lunes, 5 de mayo de 2014

Características del Deporte Moderno en la Sociedad.

     Puede decirse que desde su aparición el deporte moderno ha incorporado, de manera mas o menos intencionada, funciones de socialización y de reproducción de la ideología dominante, primero entre las propias élites  sociales y posteriormente entre la clase trabajadora. en efecto, según se ha señalado, en sus orígenes el deporte moderno fue concebido como una práctica de clase distintiva y exclusiva, de carácter recreativo y dotada de un marco ético de conducta adecuado al contexto moral y a las necesidades ideológicas y socio-políticas de las clases dominantes.

     Así, por ejemplo a partir de la reglamentación (cada vez mas minuciosa)  con que se fue dotando a cada modalidad deportiva, el énfasis que se hizo en cuestiones morales tales como la importancia de respetar las reglas de juego y las decisiones de los jueces, el deber de aceptar con cierta distancia emocional el éxito o la derrota, lo incorrecto de aprovechar deslealmente situaciones momentáneas de clara desventaja del adversario..., dio lugar a auténticos códigos de conducta que si bien caracterizaron a la práctica de los nuevos deportes, también sirvieron para distinguir lo que debía ser el comportamiento de un auténtico caballero.

     Por otra parte, también se ha de tener en cuenta el hecho igualmente apuntado de que la organización y desarrollo del deporte moderno se realizo a través  de los clubs, asociaciones exclusivas surgidas en el siglo XVIII a partir del derecho de  los caballeros de reunirse libremente. En el marco de estas asociaciones tuvo lugar la regulación de la práctica deportiva en un ámbito supralocal, organizando competiciones, construyendo comités para la creación y modificación de las reglas, estableciendo organismos de supervisión para el cumplimiento de las mismas, designando árbitros y jueces hasta llegar a la integración de los clubes en niveles superiores de organización.

     Esta forma de desarrollo permitió un control total sobre el modo y la forma en que la actividad deportiva debía llevarse a cabo, incorporando, lógicamente, los valores, actitudes y estilos de vida de las élites sociales que presidían y formaban parte de dichos clubes y que contemplaban o participaban en el desarrollo de las competiciones.

 En este sentido, no parecen existir dudas sobre el hecho de que en su fase inicial el deporte moderno no estaba al alcance de todas las clases sociales, sino que constituyó  como una actividad modelada para satisfacer las necesidades de entretenimiento y mejora físico-psíquica de las clases altas. 
Tampoco parece haberlas sobre la idea de que la práctica deportiva y el desarrollo del deporte contribuyeron en dicho período a la reproducción del orden social y de la ideología dominante, aun cuando  determinadas manifestaciones deportivas llegaran también hasta la pequeña burguesía.

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